domingo, 17 de marzo de 2024

LA LIBERTAD PARA DESARROLLAR LOS POTENCIALES

 


  La sociedad, salvo algunas excepciones, da libertad al individuo para poder desarrollar sus potenciales, pero en muchas ocasiones el individuo no sólo necesita libertad, sino también capacidades y facilidades, pero si sus capacidades son escasas y sus potenciales son poco o nada apreciados por la sociedad, ésta no le dará facilidades. 


  Por el contrario, cuando esos potenciales sean apreciados por la sociedad, ésta dará al individuo muchas facilidades, y además será admirado, premiado y amado. Esto produce grandes satisfacciones, de tal manera que el individuo, en mayor o menos medida, se ve atado a desarrollar al máximo sus potenciales para conseguir más satisfacciones. 


  Los demás y la sociedad NO nos valoran por lo que sentimos mientras desarrollamos nuestros potenciales, sino por lo que les damos una vez los hemos desarrollado, y así, a veces el individuo se olvida de sus potenciales y se dedica a desarrollar lo que le piden, para así conseguir ser admirado, premiado y amado. 


  En suma, la libertad para desarrollar nuestros potenciales, esa libertad que todo el mundo reclama, a veces la cedemos ante las presiones, o ante las satisfaccioneoso, o ante los premios. Pero el individuo sigue pidiendo libertad, pues pese a las contradicciones en las que puede caer, se cree con todo el derecho a ella. Y así, el derecho se usa como una herramienta para conseguir lo deseado y NO como una senda de liberación. De éstas contradicciones sólo escapa aquel que tiene suficiente desarrollando sus potenciales de forma sencilla y serena.  

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