viernes, 8 de marzo de 2024

EL AMOR Y SU DINÁMICA

 




 El amor que sentimos, seamos o no conscientes de él, es una energía. Hay quien ve al amor como la energía del Universo, de lo Divino, la cual nos penetra y nos anima. Hay quien cree que nos podemos abrir a voluntad más o menos a esa energía. También hay quienes lo ven como una energía que surge en nuestro interior. Y hay quienes creen que tenemos cierta capacidad para sentir más o menos amor a voluntad. 

  Tengamos las visiones o las creencias que tengamos, estamos ante la misma energía. Sin embargo, siempre se nos presentan unos obstáculos exteriores, o unas resistencias interiores, o ambas cosas a la vez, a la hora de dar más o menos amor a los demás, pero podemos desarrollar un camino espiritual para ir comprendiendo y eludiendo los obstáculos exteriores y para ir reduciendo nuestras resistencias interiores.

  Son muchos los que ven al amor como la mayor energía de todas, y por lo tanto, como la única, o al menos como la mejor, solución a los problemas, al sufrimiento, como la mejor manera de afrontar la muerte, y como la única vía hacia las metas más nobles, más elevadas, más bellas, del Hombre. 

 En la teoría y en la práctica, el Hombre divide al amor en los siguientes grandes aspectos: El amor incondicional, la compasión, el amor como mecanismo para la reproducción de la especie, el amor condicional, el amor por las fuentes de placer y de satisfacción. 

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