El Tao es el origen, el final y a él regresamos. Sin embargo, entre nuestro nacimiento y nuestro regreso al origen, existen varios ciclos y procesos que tienen un origen, un desarrollo y un final, o si se prefiere, unas causas, un desarrollo y unas consecuencias. Nuestra vida es una sucesión de éstos ciclos, donde las consecuencias de un ciclo se convierten en las causas del siguiente, y así, enlazando ciclos transcurre nuestra vida. Por otra parte, siempre tenemos la opción de intervenir en cualquier etapa de cualquier ciclo, modificando el trascurrir del ciclo.
Pese a que la aceptación de la muerte nos libera del sufrimiento, a la hora de buscar los caminos, los medios y los remedios para acabar con el sufrimiento, muy pocas personas recurren a buscar la manera de aceptar la muerte o de aceptar el flujo natural de la vida, y la gran mayoría recurre a la búsqueda de placeres, de satisfacciones, o bien lo hace a través de confiar en los dioses o en otras fuerzas sobrenaturales.
El miedo que sentimos y el nivel de conciencia que tenemos son los causantes de éstas actitudes, pero no sabemos como acabar con nuestro miedo, ni como elevar nuestro nivel de conciencia, y unas veces vamos dando palos de ciego, y otras veces nos guíamos por nuestras intuiciones y por lo que nos muestra la conciencia.
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