martes, 5 de diciembre de 2023

LAS LIBERTADES DE LOS DEMÁS

 


              Las que tienen los demás
Quien es libre, sólo es admirado, premiado y amado, cuando su libertad produce algún beneficio o facilita algún deseo a alguien. Y aquí se puede producir la contradicción de admirar a los libres y de esclavizarnos a los beneficios y a los deseos que los libres pueden facilitarnos. 

 La persona libre, puede seguir siéndolo haciendo lo que le dicen su espontaneidad, sus intuiciones, su sabiduría, la conciencia, o puede dejar de serlo si cae en la tentación de ayudar a los demás a cambio de su admiración, de sus premios y de su amor. 

             Las que piden los demás
Cada cual pide libertad debido a una necesidad o a un deseo diferente, pero el hecho de pedir es algo que ata, y también atan las necesidades y los deseos. Ésta es una de las grandes contradicciones humanas, las cuales no resuelve ningún derecho, ninguna tolerancia, ningún respeto. Sólo es liberadora la sabiduría que nos lleva a la aceptación y a la armonía. 

           Las que pierden los demás
Las que les roban, las que les robamos, las que entregan. Y están las libertades que usan como una de las monedas de cambio para conseguir lo que creen necesario, lo deseado, y lo que esperan que les resulte suficiente. Pero las que ellos pierden, nosotros no las ganamos, y a veces también vemos reducidas las nuestras.

        Las que los demás se niegan a dar
Todas aquellas que sean un obstáculo para conseguir lo que desean y para imponer sus creencias. 

         Las que no quieren para ellos
Para no quererlas tienen las mismas razones que para no darlas, y tienen las mismas consecuencias:
Atarse a esas razones. 

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