viernes, 27 de marzo de 2020

ESPERANZAS DE NUEVAS ERAS


  Las esperanzas y las profecías de nuevas eras, mundos en lo que no habrá problemas y todo será perfecto, donde el Hombre será bueno, amoroso, virtuoso, sabio... existen desde hace milenios y son muy numerosas. 

  No solemos caer en la cuenta de que si se hubiera cumplido alguna de estas esperanzas y profecías, no hubiera habido necesidad de que aparecieran otras nuevas, pero la realidad es que no paran de surgir nuevas esperanzas y profecías, sobre todo en épocas de fuertes adversidades, de crisis o de encrucijadas. 

  Estas esperanzas y profecías tienen como base la esperanza en la salvación, esa esperanza que el Ser Humano no deja de poner en las fuerzas mágicas, en los dioses o diosas, en los héroes salvadores y libertadores, en el Universo.

   Ante las enormes dificultades dificultades con las que el Ser Humano se encuentra para acabar con sus adversidades, con sus sufrimientos, con sus problemas, el Ser Humano cree que no podrá solucionar las cosas por sí mismo y busca la ayuda de las fuerzas superiores, y así surgen las esperanzas en las nuevas eras salvadoras. 

  Esperar la salvación por paarte de las fuerzas sobrenatuarles, del Universo o de los héroes, reduce la confianza en nosotros mismos, en la Humanidad, reduce la energía que necesitamos para desarrollar nuestras propias fuerzas, para ser nosotros lo únicos que acaben con sus problemas, para ser nosotros los que nos liberemos por nosotros mismos de nuestro sufrimiento. 

  Que seamos nosotros mismos los que nos liberemos de nuestro propio sufrimiento requiere intensos y hondos cambios internos, nuevas formas de vivir, nuevas visiones de la realidad. Pero el Ser Humano tiene una fortísima tendencia a la arrogancia, tanto a nivel de grupo social como a nivel de individuo, y considera que sus creencias son ciertas, que sus valores son los mejores, y por lo tanto, son los demás grupos sociales, los demás individuos, los que tienen que cambiar, y de esta manera él no cambia y tampoco cambian los demás, pues también tienen la misma actitud, y si esos cambio no se producen, la única esperanza es que las fuerzas sobrenaturales o los héroes sean los que solucionen los problemas. 

   Pero lo más importante es que el Ser Humano está tan aferrado, no sólo a sus creencias, las cuales son la base principal en la que el Hombre cree que se sostiene su vida, sino que también está aferrado como una lapa a sus deseos y a todo lo que posee, del tal manera que no quiere ni correr e riesgo de perderlo ni cambiarlo por aquellas cosas que realmente tienen el verdadero potencial de liberarle del sufrimiento, y debido a esto, pone sus esperanzas en las fuerzas sobrenaturales, en el Universo, en los héroes, en la llegada de una nueva era, pues cree que eso solucionará sus problemas sin tener que cambiar internamente.

  Los vendedores de nuevas eras le dicen al Hombre que por todo lo bueno que llegará, sólo tiene que pagar el precio de tener fe y de adorar y someterse a la voluntad de las fuerzas  salvadoras. Pero para el Hoombre, pagar este precio es algo que le parece más fácil y más barato que cambiar internamente. 

NOTA.- La actual pandemia provocará en muchas personas esperanzas en la llegada de nuevas eras, y allí donde hay una fuerte demanda de algo, siempre aparece una amplia oferta con la que sastisfacer esa demanda. Alerta ante los profetas de la esperanzas, esconden muchos peligros. 




        Dinámica de las nuevas eras

  Las profecían sobre nuevas eras que están por llegar, ya se trate de eras de tipo religioso, espiritual, o social y político, muchas veces han servido de herramienta a líderes tiránicos y totalitarios de diversas sectas, o bien a ambiciosos de todo tipo. Su discurso contiene siempre los siguientes elementos: 

  1º) Se critica a lo establecido, se dice que está corrupto, que es tiránico y malvado, y admeás, se dice que ya ha agotado sus posibilidades, que es débil, que esta moribundo, sin capacidad para renovarse ni para solucionar ningún problema.

 2º) Se habla, con diversas palabras, de que la partera de lo nuevo serán los problemas, conflictos y tragedias del presente o que están por llegar en un futor próximo.

3º) Lo nuevo llegará como una tormenta que acabará con las tensiones, como una lluvia primaveral que hará que todo sea verde y florezca.

 4º) Todo eso a cambio solamente del apoyo de la gente, y de su aceptación del poder de los profetas o de los héroes salvadores y líderes carismáticos. Es decir, todo eso sin tener que hacer un camino espiritual de crecimiento interior. 

  A lo largo de la historia, muchos de estos movimientos en defensa de nuevas eras han conseguido ciertos éxitos, pero la gran mayoría ha fracasado al cabo de un tiempo. Sus defensores y simpatizantes argumentan que el fracaso no se debió  a estos movimientos, sino que fue culpa de la maldad, de la astucia, y de la falta de escrúpulos de sus enemigos. Pero al decir esto no tienen en cuenta que sus enemigos tuvieron más apoyos entre la población que estos movimientos defensores de la nueva era, y que tras sus derrotas, quedaron reducidos a un puñado de seguidores que casi nunca volvieron a conseguir que su movimiento renaciera, y sino renació es porque los niveles de conciencia de la mayoría de la población no estaban en sintonía con los planteamientos de esos movimientos.

  Por el contrario, cuando uno de esos movimiento ha triunfado se ha debido a que estaba en afinidad con las necesidades y los niveles de conciencia de la mayoría de la población, y eso no solamente fue lo que les permitió triunfar, sino también durar durante mucho tiempo, generalmente varios siglos. 

   Los niveles de conciencia son siempre el resultado de muchos factores, pero siempre se elevan por evolución paulatina, nunca se elevan de forma rápida, de forma rápida sólo se producen algunos acontecimientos, es decir, si quienes los elevan son las fuerzas sobrenaturales, esas fuerzas siempre actúan de forma lenta.  



 3º)

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