Nos quejamos por todos los obstáculos, por todos los precios pagados, por todos los fracasos.
Pero cuantas rígidas resistencias ante las adversidades, a cambio de poder conseguir lo deseado.
Y mayores son las resistencias a la hora de comprender y de aceptar los cambios necesarios, para armonizar, para liberarnos.
Y de tanto quejarnos y resistirnos, con frecuencia nos desequilibramos, nos rompemos....
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