Cuando no nos basta con el Tao, con el Universo, con el tiempo, con nuestro mundo interior, nos sentimos necesitamos de recurrir a los demás.
Les pedimos respeto, y les respetamos. Les pedimos ayuda en algunos casos, y les ayudamos. Compartimos libre y gustosamente lo que cultivamos. Surgen los afectos mutuos...
...Y con cierta frecuencia aparece el deseo secreto de que los demás piensen y hagan lo que nos gustaría, ya que con cierta frecuencia aparece el deseo de que las cosas sean a nuestra medida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario