En el hemisferio Norte ha comenzado el invierno, el cual tradicionalmente se asocia con frío, con nieve, con noches largas, con una parte de la vida en letargo o con ritmos más bajos.
Aunque los días son todavía cortos, cada vez son un poco más largos, y a veces se producen días de invierno luminosos como éste.
Aunque vivamos en ciudades en las cuales los fenómenos propios de cada estación se perciben cada vez menos, conviene tener presentes los cambios de estaciones, conviene no olvidar que somos naturaleza y que vivimos en ella, y de lo que nos proporciona.
Ser conscientes de lo que somos y de como el contacto directo con la Naturaleza nos permite no desequilibrarnos, nos perturbarnos, seguir nuestro camino serenos y cada vez un poco más libres, más sabios, más armónicos, y de paso evitar los desequilibrios y los daños al medio ambiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario