Los poderosos y los triunfadores, a veces producen logros que unas personas consideran necesarios y buenos, así, los poderosos y los triunfadores producen admiraciones, premios, amores, y también envidias.
Los poderes y los éxitos producen a los sometidos y a los desfavorecidos, y se aprovechan de su existencia. Los poderosos, los triunfadores, y sus admiradores, generalmente sienten desprecio por los los sometidos y por los desfavorecidos, los cuales a su vez, unas veces se someten resignados o serviles, y otras veces sienten odio por quienes consideran culpables de su situación. Y en ésta dinámica, hay quienes sienten compasión, generalmente por las víctimas, pero también por los poderosos y por triunfadores.
Y a unos pocos, éstos productos les impulsan a la búsqueda de armonía y de liberación.
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