Frente a los miedos y al dolor, los placeres son el remedio más utilizado, y presentan múltiples características:
*Sin conseguir algún placer, la vida nos resulta amarga y muy dura. Sin embargo hay placeres naturales, sencillos, por los que se pagan bajos precios, o no se paga ninguno. Y están los placeres que nos producen la libertad, la sabiduría, la armonía.
*Cuanto más intenso es un placer artificial, en principio es más eficaz frente al los miedos y frente al dolor, pero nos crea diversos gradoso de dependencia, y también se pagan precios más altos en dolor, en falta de libertad, en dificultades para alcanzar la sabiduría y la armonía.
*Hay placeres cuyo precio pone en peligro lo que necesitamos. Hay placeres que nos separan de lo que somos.
*Fuentes de placeres hay muchas, y entre ellas están las de sentirnos seguros, admirados, premiados y amados, pero con frecuencia éstos placeres nos producen más o menos dependencias, y por ellos se pagan más o menos precios en dolor, en libertad, y en dificultades para alcanzar la sabiduría y la armonía.
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