jueves, 26 de octubre de 2017

VIVIR Y ACEPTAR


   Vivir nos desgasta.

    El principal desgaste se produce debido a todo lo que tenemos que hacer para conseguir nuestros deseos y a los problemas y frustraciones que esto nos produce. 

   Nos desgasta la presión que los demás ejercen sobre nosotros. Siempre hay alguien que está intentando que hagamos lo que él quiere, que creamos lo que él cree, que vivamos como él vive. 

  Nos desgastan nuestras tensiones internas, esas tensiones entre nuestra conciencia por un lado, y por el otro nuestros deseos y nuestro ego, y ese desgaste nos lo producen las emociones que esa tensión nos crea. Nuestra conciencia quiere libertad interior. Cuando tenemos libertad interior amamos, y lo hacemos solamente por la satisfacción que nuestra conciencia siente cuando amamos. Sin embargo, nuestro ego nos ata a los deseos, nuestro ego tiene miedo y quiere sentirse protegido y amado y para conseguir esto siempre pagamos un precio en libertad. 

   Nos desgasta el paso del tiempo, nos desgasta el fluir natural de las cosas, pues ese flujo es cambio, y llegado cierto momento de nuestra vida, todo cambio significa desgaste. 

   Podemos reducir o retrasar el desgaste mediante la vida sencilla y la armónica, pero hemos de aprender a aceptar el desgaste, pues sólo la aceptación significa liberación y armonía. 

     Lao Tse decía: 

       "El poder del Maestro es así:
         Permite que todo vaya y venga
         sin esfuerzo, sin deseo.
         Nunca espera un resultado,
         y así jamás se decepciona.
         Y porque jamás se decepciona,
         su espíritu no envejece jamás."
            (Tao Te King. Cap. 55)


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