sábado, 7 de octubre de 2017

DESEOS DE PAZ


    En nuestra sociedad existen multitud de bellas defensas de la paz, de sentidos y sinceros deseos de paz, de  bien elaborados argumentos  y de pensamientos profundos a favor de la paz.

     Lao Tse se limitó a decir: 

         "Cuando no hay deseo
            todo está en paz"
              (Tao Te King. Cap. 37)

   En nuestra sociedad, todos los argumentos a favor de la paz vienen siempre acompañados de deseos de que las cosas sean de una manera determinada, y esos deseos siempre producen conflictos con aquellos que tienen deseos diferentes. 

   Estos días se habla de negociar, de llegar a acuerdos, pero quienes defienden esta vía también desean que las cosas sean de una manera determinada, con lo cual entran en conflicto con quienes, también en nombre de la paz,
quieren que las cosas sean de otra manera.

    Pero nadie ve estas contradicciones, y en nombre de la paz, todo el mundo sigue empeñado en intentar imponer sus deseos a los demás, con lo cual la paz no es posible.




   Creo que la primera base para la paz social es la paz interior de cada individuo, es decir, la serenidad, sin embargo, luchar a favor de la paz y de imponer nuestra visión de las cosas nos agita.

 Sólo la serenidad permite responder a las siguientes preguntas de Lao Tse:

   "¿Puedes limpiar tu visión interior
     hasta ver sólo la luz?

     ¿Puedes amar a la gente y guiarla
      sin imponer tu voluntad?

      ¿Puedes afrontar los asuntos más vitales
      dejando que los eventos sigan su curso?

      ¿Puedes distanciarte de tu propia mente
        para así comprenderlo todo?"
               (Tao Te King, Capítulo 10)

       "¿Tienes la paciencia de aguardar
         a que tu fango se decante y el agua sea clara?

        ¿Puedes permanecer inmóvil
        hasta que la acción justa aflore por sí misma?
              (Tao Te King, Capítulo 15)




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