sábado, 28 de octubre de 2017

LA SABIDURÍA DEL SILENCIO


               "Los que saben no hablan.
            Los que hablan no saben. 

           Cierra tu boca,
           desembota tus sentidos,
           desafila tu astucia,
           desata tus nudos,
           suaviza tu mirada,
           decanta tu polvo.
           Esta es la identidad primordial."
             (Tao Te King. Cap. 56)

   Para oír, para percibir, para ahondar, para comprender a fondo y en su totalidad, se necesita silencio, ese silencio que sólo se halla en la soledad serena. 

   Cuando lo oído, lo percibido, lo ahondado y lo comprendido germinan y enraízan en nuestro interior, sólo entonces la palabra es fruto nutritivo y semilla fértil. 


   Las demás palabras son sólo huidas de la soledad, necesidades de ser escuchados y queridos, y la mayoría de las veces son sólo ruido confuso y agitado, ruido de unos egos que sólo quieren destacar sobre los egos de los demás. 

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