Pese a que a la oscuridad se la suele asociar con el mal y con la ignorancia, y a la luz con el bien y con el conocimiento, la oscuridad facilita el descanso y la serenidad, y además es fuente de fertilidad, pues es en las oscuridades interiores donde se fecundan, germinan y se gestan todas las semillas, y donde nacen las comprensiones profundas.
Oscuridades para las fertilidades y para las comprensiones,
luces para las acciones libres y sabias,
y así ni malas ni buenas,
sino igualmente necesarias y complementarias.
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