Cuando conocemos o vemos alguien, cuando vemos o percibimos algo, se nos presentan tres grandes aspectos:
*Los posibles placeres, satisfacciones y utilidades que pueden tener para nosotros.
*Los posibles peligros y el posible dolor que nos pueden traer.
*Lo que podemos aprender y comprender.
Cuando nos centramos en cualquiera de los dos primeros aspectos, nos dedicamos a conocer todo lo que podemos para así poder luchar mejor para conseguir lo que deseamos y para evitar lo que tememos. En este caso, cuanto más conocemos menos comprendemos, pues ponemos nuestras energías y nuestro interés en luchar.
De esta manera, la comprensión sólo podemos alcanzarla cuando no luchamos y cuando permitimos que la sencillez y la serenidad sean nuestra manera de ver las cosas.
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Esta foto, en apariencia no contiene nada que pueda depertar el interés de quienes la vean, pues no se trata de un paisaje bello o exótico, y sin embargo, se pueden ver rocas, árboles, nubes y un cielo azul, y todas esas cosas guardan una relación entre ellas, y todas esas cosas y la relación que guardan entre ellas son un reflejo fiel del Universo y de la Naturaleza. Así que miremos de nuevo la foto con la intención puesta en comprender y veremos que tiene mucho más de lo que nos parece.
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