jueves, 17 de septiembre de 2020

MAPA SENCILLO

 


  En el camino espiritual existe un mapa sencillo, pero que tenemos que tener claro:


  *Se trata de conocer, de comprender, la realidad del Universo, de la Naturaleza, de nosotros mismos y de las leyes y relaciones que rigen estos aspectos para sí poder armonizar con esa realidad, para sentirnos fundidos con ella. 


 *Esa realidad se manifiesta en cualquier aspecto. Por ejemplo, la hoja de un árbol movido por el viento y lo que se mueve en nuestro interior al contemplarla son siempre un fiel reflejo de la realidad producida por el ritmo del Tao. Sólo necesitamos estar atentos. 


*Lo que realmente dificulta nuestros conocimientos de que podemos conocer y comprender, de aquello que necesitamos conocer y comprender para así armonizar, son nuestros deseos de lo que no necesitamos para nuestra supervivencia, nuestros miedos, nuestras creencias, nuestros pensamientos complejos, y la agitación que todo esto nos produce.


 *El camino para conocer y para comprender comienza cuando ponemos nuestra atención en la observación de lo que nos rodea, en nuestras vivencias, en las reacciones que su observación produce en nuestro interior. El camino se afianza con la vida sencilla, con los pensamientos sencillos, todo lo cual conduce hacia la serenidad profunda de la cual emana la sabiduría, esa sabiduría que no sólo conoce y comprende, sino que tiene la energía para que podamos aceptar el natural fluir de las cosas, es decir, para que podamos aceptar el ritmo del Tao, y finalmente dejar que el tiempo actúe. 


*El camino espiritual podemos verlo como largo y difícil, podemos creer que nunca alcanzaremos las grandes metas, sin embargo,  hay que liberarse de la visión de que se trata de una lucha o de un reto, o de conseguir unos objetivos. Se trata de tener presente que lo importante es caminar hacia el horizonte nos muestre nuestra conciencia, y de nosotros depende que ese camino se guíe por un mapa sencillo para que nos perdamos por los atajos de creencias seductoras o deslumbrantes, o que nos quedemos atrapados en los zarzales de las complejidades emocionales o de los conceptos mentales. 


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