martes, 3 de diciembre de 2019

ECOLOGÍA Y RESPONSABILIDADES


  Ante los actuales problemas medioambientales, se levantan varios tipos de voces:

  *Están las voces que piden o que exigen soluciones a los políticos. Estas voces, que aparecen como muy indignadas y a las que suele darse la razón, pues existe una opinión muy extendida de que los políticos son culpables de todo, o al menos unos ineptos o unos corruptos, no son conscientes de que, al pedirle soluciones a los políticos están partiendo de dos supuestos falsos:

  1) Que los problemas medioambientales tienen soluciones políticas. 

  2) Que el ciudadano no es responsable de nada, que los responsables son las empresas y los políticos, y que el ciudadano tiene derecho a que sean otros los que solucionen los problemas de la Humanidad. 

  Esos dos supuestos son falsos porque los problemas medioambientales tienen su origen en la creencia generalizada y fuertemente arraigada, de que lo más importante para "vivir bien",  es consumir cada vez más. 

   Junto a estos dos supuestos falsos, está la actitud infantil de quitarse de encima las responsabilidades, y por lo tanto exigir que sean aquellos a los que se acusa de ser los responsables los aporten las soluciones. Y así, un sector de la ciudadanía se indigna contra las empresas y contra lo políticos, y esa indignación les hace sentirse moralmente superiores, con toda la razón, con todos los derechos, y no son conscientes de su infantilismo. 

  *Están las voces que piden y esperan que las soluciones las aporte la ciencia. Estas voces no culpan, o culpan poco a la ciencia de ser responsable, cuando son los mismos avances científicos que nos han producido todas las comodidades materiales y todos los avances en la salud y en la medicina lo que también han contribuido a la destrucción medioambiental. Estas voces están sobre todo esperanzadas en que esa ciencia que tantos descubrimientos ha hecho, también encuentre soluciones a los problemas. Y estas voces también parten del supuesto falso de que si se aplican las técnicas adecuadas (por ejemplo el uso generalizado de "energías limpias") dejaría de producirse destrucción medioambiental. 

  *Están las voces más maduras y sensatas, las más racionales de todas, que piden una reducción del consumo, aunque no suelen atreverse mucho a pedir una reducción de la natalidad. Estas voces apelan a la responsabilidad de todos y no parten de ningún supuesto falso. Seguir a estas voces requiere, no obstante, que el conjunto de la sociedad esté dispuesto a cambiar profundamente su forma de vida, y que además, esté dispuesta a crear un nuevo modelo de sociedad:

  1) Reducir el consumo requiere que el individuo busque nuevas formas de vida, valore cosas diferentes a las que ahora valora. ¿Dónde puede el individuo encontrar esas nuevas formas de vida, y esos nuevos valores para su mundo interior?

2) Reducir el consumo significa que el sistema capitalista se acabaría por hundir, y con él toda la actual estructura social y los actuales valores políticos. ¿Dónde se puede encontrar una alternativa económica, social y política al actual modelo de sociedad?

  Estas dos cuestiones requieren una gran profundización de cada individuo en sus creencias más profundas, y un amplio debate social en el que no sólo se cuestionen los valores actuales, sino en el que se ofrezcan alternativas. Sin embargo, el ruido de las indignaciones, el ruido de las exigencia, el ruido de las protestas, y el resignado ruido de los lamentos, está impidiendo esto. Al no producirse todo esto, será la energía dolorosa de las tragedias las que tendrá la palabra, y tal vez, como reacción surjan verdaderas alternativas, tanto para el individuo como para el conjunto de la sociedad. 

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