sábado, 22 de julio de 2017

AMBICIONES Y MIEDOS



      Ambicioso es todo aquel que, tenga lo que tenga, pone la mayor parte de su energía en conseguir más de lo que tiene. 

  Miedoso es aquel que teme sufrir daños, perder lo que tiene o no conseguir lo que desea. 

  Cuando alguien sufre algún daño a manos de otra persona, la ambición es la única causante. Por otro lado, el ambicioso produce miedo  a otros ambiciosos, y cuando tiene algún tipo de poder produce miedo a sus víctimas, y las víctimas producen miedo al ambicioso cuando se rebelan contra él. 

  Nuestra sociedad valora positivamente a la ambición, pues la considera fuente de progreso y de mejoras, y el ambicioso, cuando tiene éxito es premiado, de tal manera que no le faltan placeres, admiración, influencia, poder, amigos y amantes. 

   Por el contrario, el miedoso es condenado que el miedo es visto como una debilidad, como causa de ciertos males y la cobardía es vista como una inmoralidad, y por lo tanto no puede conseguir la mayor parte de las cosas que consigue el triunfador, o al menos no muchas de las cosas que cree necesitar para combatir su dolor. 

   Quien no quiera entrar en esta dinámica tiene que aceptar vivir con aquello que puede conseguir fácilmente y por sí mismo y con los regalos de la vida, y apartarse de las personas ambiciosas. Y aún así, siempre estará expuesto a los daños que producen los ambiciosos con los conflictos crean para conseguir lo que ambicionan. 

   Mis reflexiones sobre la sociedad actual y sobre la ambición y el miedo, me llevan a la conclusión de que la liberación de las ambiciones y de los miedos pasa por buscar la armonía con la Naturaleza y por aceptar su natural fluir. Así, creo que es necesario aceptar la existencia de todos los peligros que la Naturaleza nos presenta, y a la vez aprender a protegerse de ellos y a evitarlos. Y sobre todo, pasar por aprender a aceptar que un día, en su natural fluir, la Naturaleza nos causará enfermedades y la muerte.

  Cuando el Ser Humano vivía plenamente en contacto con la Naturaleza, en un momento dado no aceptó el dolor que le producía su fluir natural, y empezó a intentar dominarla con el objetivo de escapar al miedo que este dolor le producía, y así nació la ambición y con ella todas las civilizaciones de la historia. 

   La ambición es realmente la creencia de que dominando a la Naturaleza y teniendo más placeres, más bienes materiales y más poder sobre los seres humanos, se puede evitar el dolor y no sentir miedo. Sin embargo, esta creencia es la que en la actualidad produce más dolor y más miedo a los seres humanos, ya sea como consecuencia del daño causado por los ambiciosos, o como consecuencia de las frustraciones y de las insatisfacciones producidas por no conseguir lo ambicionado. 

   En resumen, el Hombre actual siempre está buscando soluciones para alcanzar lo ambicionado, pero las que halla siempre le traen nuevos problemas en forma de conflictos, de dolor y de miedo, y esto se debe a que la energía puesta en hallar soluciones y en aplicarlas le deja sin energía y sin intenciones de buscar la forma de acabar con sus contradicciones.

 Acabar con las contradicciones es un camino largo, pero es que hoy día prácticamente nadie camina por él. Hoy día, debido a la ola conservadora en la que vivimos, la gran mayoría de las personas buscan mejoras para sí mismas y para los suyos, pero no cambios, es decir, nadie intenta acabar con las contradicciones, sin darse cuenta de que esas contradicciones son las que les impiden sentirse satisfechos. 

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