Llevados por nuestro ego, aunque pensemos que está sano y equilibrado, a veces creemos que merecemos, y que tenemos necesidades y derechos, y entonces queremos:
*Conseguir todos nuestros deseos.
*Ser ayudados y amados incondicionalmente.
*Estar seguros y ser libres.
Sin embargo, para conseguir todo ésto, los demás tienen que renunciar a algo, y si no renuncian, surgen los conflictos, y entonces nos culpamos los unos a los otros.
Sólo cuando no culpamos ni nos justificamos, podemos ser conscientes de éstas contradicciones,
y seamos conscientes o no, siempre somos humanos, muy humanos.
A veces lo inconsciente se nos hace presente y claro,
y entonces somos un poco más libres y más sabios.
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