El Universo y el Sistema Solar, siguen su curso.
La Naturaleza sigue su curso.
La sociedad, (con sus diversos afanes, posibilidades, ofertas, alternativas, crisis y auges económicos, sus formas de gobernar y de hacer oposición, sus conflictos y sus diferentes valores y normas), sigue su curso.
Nuestras relaciones personales con quienes nos rodean siguen su propio curso.
La vida de cada uno, (evolucionando al ritmo del Universo, del Sistema Solar, de la Naturaleza, de la sociedad, de nuestras relaciones personales y de nuestra conciencia), también sigue su curso.
No existen lo bueno y lo malo, no hay nada que deba ser arreglado, y cada solución acaba convirtiéndose siempre en un fracaso.
Existe lo que nos gusta y lo que nos disgusta, lo que nos produce esperanza y lo que nos produce temor, lo que nos produce placer y lo que pagamos con dolor, lo que deseamos y lo que no alcanzamos...
...Y existen nuestros rechazos y nuestras luchas contra el curso de las cosas, rechazos y luchas que nos agotan y nos frustran y nos impiden sentirnos serenos, plenos y liberados.
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