miércoles, 21 de junio de 2017

DAR LA ESPALDA





     Ante las diferentes situaciones peligrosas o dolorosas, hay diferentes estrategias:

  * Luchar.

  * Huir. 

  * Resignarse.

  * Unirse al enemigo o rendirse a él.

  * Aceptar las situaciones como parte del flujo natural de las cosas.

  * Dar la espalda. 

   Dar la espalda no es bien visto por casi nadie, pero dar la espalda es empezar a desapegarse, es no quedar prisionero de una situación, es, sobre todo, comenzar a liberarse, pues al dar la espalda a algo tenemos la opción de poner la vista en nuestros propios horizontes. 
   
   Aunque pueda parecer paradójico, dar la espalda es también comenzar a aceptar el flujo natural de las cosas, pues al dar la espalda a las situaciones peligrosas o dolorosas, dejamos que estas sigan su curso natural, con lo cual se vuelven armónicas por sí solas.    

   Dar la espalda es también escapar a las siguientes consecuencias de las otras estrategias:

   Quien lucha corre peligros, pierde sus energías, y queda atado a aquello contra lo lucha. 

  Quien huye se salva momentáneamente, pero deja la situación sin resolver.

  Quien se resigna sufre y deja de buscar caminos de liberación.

  Quien se une a su enemigo o se rinde ante él, pierde su dignidad y su libertad. 

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