Dentro de mis emociones
sigue la pugna entre ambas,
y con los demás me crean
conflictos y frustraciones.
Mis fríos y mis miedos buscan ternura,
mi conciencia almas gemelas,
pero recibo más banalidades y bajezas
que reflejos y consideraciones.
No sé ni puedo ceder
ante los extraños deseos,
y con vocación de espejo,
es mi mayor anhelo,
compartir lo que me sabe nacer,
con aquellos
que ven en sus adentros
lo que refleja mi ser.
Que mi compartida libertad
vuele una y otra vez,
que la natural sencillez
le baste a mi soledad.
Libertad,
siempre tan cara.
Soledad,
siempre regalada.
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