Después de haber tomado una decisión, después de haber hecho algo, y viendo los primeros resultados, unas veces pensamos, sentimos, o intuimos, que hemos acertado, y otras veces, pensamos, sentimos, o intuimos, que hemos cometido un error.
En el momento de tomar una decisión, o de hacer algo, lo hacemos llevados por diferentes motivos, la lista de los cuales es larga, y además está el peso que en cada momento, tiene cada motivo en nosotros, con lo cual no nos resulta posible ser consicentes de todo ello, y por lo tanto, tampoco nos resulta posible el control pleno, ni de nuestra toma de decisiones, ni de nuestros actos.
Ante ésta situación, quedan abiertas las diferentes posibilidades. Pero en lo que queda abierto pueden entrar, tanto las ilusiones y las creencias, como los héroes salvadores, los pastores, y los vendedores, como la libertad y la sabiduría. Así, lo que siempre tenemos, y lo que siempre necesitamos, es lo que en nuestro interior aparece cuando seguimos nuestro propio camino.
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