*Frente a la imposibilidad de conocer el Misterio.
*Frente a la dificultad de aceptar lo que conocemos.
*Frente a las agitaciones de los miedos y de los deseos.
*Frente a la pugna entre la fría razón y la pasión de las emociones.
*Frente a las miradas estrechas y rígidas de las creencias.
*Frente a la salvación y al poder de los héroes.
*Frente a las promesas de los vendedores de esperanzas y de ilusiones.
Frente a todo ésto, el camino espiritual avanza con las intuiciones. Las que nadie sabe como definir, las que se hallan donde no llegan ni la fe, ni la razón, ni las emociones, donde la serenidad y la sencillez las encuentran, donde la conciencia, libre de velos, se nos muestra.
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