Todos estamos sometidos a presiones por parte de diveras personas, de diversos grupos sociales, o del conjunto de la sociedad. Se trata de quienes nos quieren convencer de algo, de quienes nos quieren vender algo, o de quienes nos quieren imponer algo. Éstas presiones siempre ponen límites a nuestra vida, a nuestra libertad. Pero si a pesar de ello nos mantenemos fieles a nosotros mismos, cuando las presiones disminuyen o cuando nos sentimos con más fuerza, levantamos el vuelo libremente.
A veces hay personas, grupos o la sociedad, que consiguen someternos a sus condiciones, pero si nos mantenemos fieles a nosotros mismos, cuando tenemos la oportunidad nos rebelamos contra lo que percibimos como opresión.
A veces, las creencias creadas por otros nos convencen. Entonces perdemos casi toda nuestra libertad, pues se la entregamos gustosamente a quien nos convence de sus creencias. La falta de libertad de éstos convencidos es tal que ni siquiera son conscientes de la poca que tienen.
Otras veces somos nosotros mismos los que presionamos, los que intentamos someter, los que intentamos convencer.
¿Somos conscientes de lo que estamos haciendo?
¿Somos conscientes de las razones que nos llevan a ello?
¿Con qué argumentos justicamos esos comportamientos?
¿Somos conscientes de como nos atan?
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