*Reacciones de nuestra mente y de nuestro cuerpo ante todo lo que nos rodea, ante todas las situaicones que en las que nos encontramos, ante lo que percibimos, ante lo que nos manifiesta la conciencia. Son causa, a veces la principal, que nos nos lleva a hacer unas cosas y a evitar hacer otras.
*Igualmente útiles y necesarios, y sin embargo, unas personas valoran más sus pensamientos y otras valoran más sus emociones, del tal manera que tendemos a ver el mundo y a nosotroso mismos a través de aquello que más valoramos. Quien valora más sus pensamientos es porque tiene más desarrollada su capacidad para pensar que para relacionarse con sus emociones, y de ésta manera, sus pensamientos le producen más satisfacciones y menos dolor que sus emociones. Quien valora más sus emociones, es porque tiene más capacidades para relacionarse con ellas que con sus pensamientos, y así éstas le producen más satisfacciones y menos dolor.
*Los pensamientos nos producen emociones. Las emociones nos producen pensamientos, del tal manera que siempre se están influyendo mutuamente sin que podamos separarlos, sin que podamos saber cual tiene más peso.
*Unas veces nos resultan placenteros, otras veces nos resultan dolorosos, y no siempre sabemos a qué se debe: Son nuestros estados de ánimos que van y vienen sin que muchas veces podamos saber su porqué.
*Nuestras creencias hacen que unas veces los creamos elevados, y que otras veces los creamos bajos. Pero son eso, creencias y nada más.
Solemos indentificarnos con ellos. Sobre ellos se ignora mucho y se sabe mucho, pero pese a todo lo que saemos...
¿Qué poder, qué control, tenemos sobre ellos?
Las respuestas de los pensamientos y de las emociones quedan abiertas.
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