Si estas fotos las mira un geólogo nos diría que se trata de unas piedras en las que se han posado unas mariposas, nos explicaría qué clase de piedras son y como han llegado hasta allí.
Si estas fotos las mira un biólogo experto en mariposas nos diría que se trata de unas mariposas que se han posado en unas piedras, nos explicaría que clase de mariposa es y muchos más dotas sobre ella.
Las fotos se han hecho una mañana soleada en la cima de un cerro, en su vertiente sur-este, desde el que se domina un extenso paisaje. Un excursionista habitual se fijaría en el paisaje y seguramente vería a las mariposas y a las piedras. Sobre las mariposas admiraría su belleza y sobre las piedras tendría cuidado de no tropezar y aquí se acabaría su visión.
Si el excursionista tuviera algo sobre lo que pensar, estaría aprovechando la soledad del lugar para pensar, y el paisaje, las piedras y las mariposas, serían para él solamente como un telón de fondo.
El fotógrafo conoce el lugar y se dirige a él en busca de mariposas, sabiendo que a esa hora y en un día soleado de primavera las mariposas estarían posadas sobre las piedra tomando el sol y calentándose con las piedras.
¿Quién el conjunto? ¿Quién ve todas las relaciones entre las cosas? ¿Quien ve como todo depende de todo y como todo es Uno?
¿Quién es consciente de lo incompleto de su visión y de como esa visión está en función de sus intereses, de sus deseos y de sus creencias?
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Le dejo al lector dos fotos sobre plantas crecidas entre las piedras.
El lector normal verá en esta foto a una planta con flores, si sabe algo de fotografía nos diría que la foto está hecha a contraluz. Otro nos diría que se trata de una flor corriente, y un botánico nos explicaría que planta es y cuales son sus características. Si nos dejamos llevar por estas visiones no veremos la realidad.
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