miércoles, 28 de diciembre de 2016

LAS TRAMPAS DE LAS ESPERANZAS





        "La esperanza y el miedo son fantasmas
     que surgen de pensar en el yo.
     Cuando dejamos de vernos como un yo,
     ¿Qué hay que temer?"
                     Lao Tse.  Tao Te King, cap. 13

   Toda esperanza es un deseo de nuestro ego de que las cosas sean como las deseamos. Toda creencia, ya sea religiosa o no, ofrece la salvación del ego, y es el ego del creyente el que busca esa salvación. Por lo tanto, ya tenemos a nuestra conciencia y a nuestra verdadera esencia prisioneras de nuestro ego. 

   Por otro lado, toda esperanza exige hacer cosas para alcanzarla, a veces incluso luchas, y eso hace que quedemos esclavizados a lo que tenemos que hacer y a las luchas. Todas las tragedias, tanto las del individuo como las del conjunto de la sociedad, siempre han sido causadas por el ego, por los deseos y por las creencias. 

   ¿Podemos poner nuestras esperanzas en los demás? Ellos, tanto los que nos rodean como el resto de la humanidad, son unos seres llenos de limitaciones y de contradicciones, y la gran mayoría está prisionera de su ego, de sus deseos y de sus creencias. 

  ¿Podemos poner nuestras esperanzas en nosotros mismos?. Al igual que los demás, somo unos seres llenos de limitaciones y de contradicciones, aunque siempre tenemos la opción de ser conscientes de ellas y de buscar una senda propia para liberarnos de su tiranía.

    En realidad tenemos dos opciones: 

   * Basar nuestra vida en intentar conseguir que se cumplan nuestras esperanzas. 

   * Basar nuestra vida en intentar liberarnos de nuestro ego, de nuestros deseos y de nuestras creencias para así permitir que lo natural fluya libremente y que nosotros podamos fluir en armonía con ello. 

    Todos conocemos ese dicho que dice: 

    "Lo último que se pierde en la esperanza."

Pero yo creo que lo que NOS pierde, lo que impide que nos liberemos del sufrimiento, es estar dominados por las esperanzas. 

   El indudable que esta es mi creencia, y es la creencia de una persona que tiene un ego y unos deseos, pero no se trata de qué opinión te merecen mis palabras, ni tampoco se trata de hasta que punto las consideras acertadas o erróneas,  de lo que se trata, lo que realmente importa, es cual es la capacidad de mis palabras para provocar el ahondamiento interior en busca de caminos propios de liberación. 





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