MEZCLA DE DESEOS

A mi modo de ver, en la conciencia espiritual de toda persona se mezclan cuatro grandes deseos: 

1) El de deseo de liberación interior, es decir, de armonía con la propia esencia y con el Universo. 

2) Toda persona espiritual siente compasión por el sufrimiento humano, y esto le lleva a desear que los demás se liberen, pues cree que la solución al sufrimiento del individuo pasa por su liberación interior. 

   Quienes alcanzan la liberación, o bien están próximos a ella, tienen suficiente con estos dos deseos. Sin embargo, en la conciencia espiritual de todos los demás, es decir, en todos nosotros, existen dos deseos más:

  3) Nuestros miedos, nuestro dolor interior y nuestra falta de autosuficiencia emocional, nos llevan a desear sentirnos amados. 

4) Nuestra soledad todavía nos causa dolor interior y por lo tanto deseamos que los demás compartan nuestras creencias para no sentirnos solos y para poder aliviar nuestro dolor interior. 

    Por otro lado, estos cuatro deseos de la conciencia espiritual también se mezclan con los deseos de nuestro ego, con nuestras emociones, con nuestro miedo al dolor y a la muerte y con nuestra búsqueda de placeres. 

  Todo se mezcla en nosotros, como la luz, como las rocas, como el verde, como el agua. Esa mezcla es el TODO que somos y el TODO del que formamos parte.