LIBRES DE LA TELARAÑA

    Para escapar de la telaraña,
    primero hay que ser consciente 
    de en cual está nuestra mente atrapada.

    La inteligencia que olvida la esencia,
    cuando consigue lo que quiere,
    siempre  es presa de la araña.  
     

VIDA SENCILLA Y LIBRE

  Cuando llega el otoño, muchas plantas tienen
  frutos, bayas y semillas. 

    El pajarillo lleva una vida sencilla, come semillas de hinojo, es autosuficiente y por lo tanto es libre. 

    La Naturaleza no sólo es la Gran Nutridora,
    es siempre la Gran Maestra. 

LO NECESARIO

  

    
   La Madre Tierra nos nutre
    con generosidad. 
    Sólo es necesario trabajar. 

   

    Tenemos alas en la conciencia.
     Los pájaros nos enseñan libertad.

    ¿Para qué necesitamos más?

    Quién busca más
    tiene garantizada la pena
    y la pérdida de su libertad. 

CIENCIA, TECNOLOGÍA Y LIBERTAD

     Desde que en el siglo XVI la ciencia empezara su gran desarrollo hasta hoy, la ciencia ha producido infinidad de consecuencias. En relación a la libertad las principales han sido las siguientes:

  * Al permitirnos un aumento del conocimiento sobre la realidad del Universo y de la Naturaleza, empezó a liberarnos de la esclavitud a los dogmas religiosos y al poder de las religiones, y al proporcionarnos nuevos conocimientos nos dio más posibilidades de ser libres interiormente. 

* Ha permitido enormes avances en la medicina, lo cual hace que vivamos más años y que los vivamos más sanos y con menor dolor físico y menos limitaciones, lo cual nos hace mucho más libres.

 * Pero la ciencia también ha creado nuevos dogmas sobre la realidad de la cosas, de tal manera que nos ha inculcado que la única forma de conocer la verdad es a través de ella, con lo cual ha despreciado las demás formas de conocimiento y eso nos está restando muchas posibilidades de conocimiento y por lo tanto de libertad interior.

  * La ciencia ha creado la tecnología, la cual empezó por liberarnos de los enormes esfuerzos físicos en el trabajo, siguió dándonos comodidades en todos los aspectos de la vida cotidiana, nos permite conseguir muchos de nuestros deseos, y hoy se ha convertido en la principal fuente de placeres cotidianos. 

  La ciencia y la tecnología, en tanto en cuanto son las principales fuentes de riqueza, de comodidades y de placeres, contribuyen a esclavizarnos a estos tres aspectos, y a la vez nos alejan de la Naturaleza, lo cual tiene dos grandes consecuencias negativas para nuestra liberación:

  1) Nos impide aprender de la Naturaleza y por lo tanto armonizar con ella. 

  2) Nos separa de ella, es decir, nos divorcia de nosotros mismos, pues somos Naturaleza. 

  Los avances en medicina y en alimentación producidos por el desarrollo científico, así como las comodidades y placeres que nos ofrece la tecnología al liberarnos del dolor de las viejas enfermedades y del esfuerzo físico en el trabajo, tienen el potencial liberador de permitirnos más energía y más tiempo para dedicarlos a cultivar nuestra libertad interior. 

   Pero en vez de usar la ciencia y la tecnología para liberarnos, las estamos usando para esclavizarnos a la consecución de riqueza, de comodidades y de placeres. 

   Por eso, creer que la tecnología nos esclaviza y nos aliena de la Naturaleza y de nuestra verdadera esencia es una verdad a medias, pues lo que realmente nos esclaviza y nos aliena de la Naturaleza y de nuestra verdadera esencia, es nuestro deseo de riqueza, de comodidades y de placeres. 

   Necesitamos placeres para liberarnos de nuestro dolor, pero hay otros caminos para conseguirlos, los cuales pasan por la vida sencilla, por apreciar los regalos que nos ofrece la Naturaleza, y por el cultivo de nuestro mundo interior. 

DIFERENCIAS

   Las diferencias no están sólo en la belleza.

   Que cada cual busque las demás diferencias, y vea las relaciones y las contradicciones entre las dos fotos, y entre los contenidos de la segunda. 

MEZCLA DE DESEOS

A mi modo de ver, en la conciencia espiritual de toda persona se mezclan cuatro grandes deseos: 

1) El de deseo de liberación interior, es decir, de armonía con la propia esencia y con el Universo. 

2) Toda persona espiritual siente compasión por el sufrimiento humano, y esto le lleva a desear que los demás se liberen, pues cree que la solución al sufrimiento del individuo pasa por su liberación interior. 

   Quienes alcanzan la liberación, o bien están próximos a ella, tienen suficiente con estos dos deseos. Sin embargo, en la conciencia espiritual de todos los demás, es decir, en todos nosotros, existen dos deseos más:

  3) Nuestros miedos, nuestro dolor interior y nuestra falta de autosuficiencia emocional, nos llevan a desear sentirnos amados. 

4) Nuestra soledad todavía nos causa dolor interior y por lo tanto deseamos que los demás compartan nuestras creencias para no sentirnos solos y para poder aliviar nuestro dolor interior. 

    Por otro lado, estos cuatro deseos de la conciencia espiritual también se mezclan con los deseos de nuestro ego, con nuestras emociones, con nuestro miedo al dolor y a la muerte y con nuestra búsqueda de placeres. 

  Todo se mezcla en nosotros, como la luz, como las rocas, como el verde, como el agua. Esa mezcla es el TODO que somos y el TODO del que formamos parte. 

OLVIDOS Y RECUERDOS

 
        Todo recuerdo siempre está distorsionado por la niebla del tiempo, y a medida que pasa el tiempo, la niebla se hace más espesa.



   Los olvidos y los recuerdos son selectivos, y cada uno de nosotros selecciona inconsciente-
mente aquello que quiere recordar y lo que quiere olvidar, y lo hace en función de multitud de factores personales. Sin embargo, hay aspectos que son generales para todos.

 Recordamos aquello que en su momento nos impactó mucho, tanto si fue agradable como si fue doloroso. 

 Recordamos aquello que pensamos que es acertado y que puede resultarnos útil. 

 Aquellas cosas que no usamos en el presente tienden a olvidarse, y el paso del tiempo va borrando unas cosas y distorsionando otras.

 Pese a que valoramos más las situaciones placenteras que las dolorosas, recordamos más las dolorosas. Esto se debe a que para sobrevivir necesitamos evitar los peligros y el dolor, y recordar estas situaciones nos hace conscientes del peligro que pueda aparecer en cada momento, mientras que en las placenteras no vemos ningún peligro. Sólo los nostálgicos recuerdan más los placeres, pero idealizan el pasado, lo distorsionan.

 De los demás siempre damos más importancia al daño que nos hicieron que las ayudas y placeres que nos dieron, y esto es así, no porque seamos rencorosos o ingratos, sino porque para evitar los peligros necesitamos recordar más el dolor que la ayuda y el placer. 

De nosotros mismos recordamos más lo que hemos hecho por los demás que lo que ellos hicieron por nosotros, y esto no es egoísmo, es que necesitamos que los demás nos ayuden cuando los necesitamos y por eso recordamos más lo que nos deben que lo que les debemos. Además, devolverles lo que les debemos nos roba libertad y placeres, por lo cual, tendemos a olvidarlo. 

  Estas características de los olvidos y de los recuerdos son naturales, pero la sociedad se guía por normas morales, las cuales muchas veces entran en contradicción con lo natural que llevamos dentro, robándonos nuestra libertad interior y creándonos sentimientos de culpa. 

  Mientras no seamos capaces de guiarnos solamente por la intuición y por las actitudes armónicas, necesitaremos de los recuerdos para vivir. Sin embargo, los recuerdos no son una buena guía para conocernos a nosotros mismos, pues el dolor que siente nuestro ego ante determinados recuerdos hace que los olvide o los distorsione. 

  Los recuerdos que tenemos cotidianamente siempre nos traen una parte del dolor que sentimos y nos fuerzan a buscar la serenidad y el bienestar, sin embargo, esto tiene el potencial de estimularnos a seguir nuestro camino espiritual, pues sólo en él encontraremos la serenidad y podremos aprender a aceptar este dolor cotidiano como algo natural. 

FLORES DE CARDO

  Los cardos tienen flores y la usan al igual que las demás plantas. Tienen espinas, pero las usan sólo para defender. 

    En nuestra sociedad, todas las cosas que tienen espinas, todas las cosas que nos producen dolor, se nos presentan siempre coronadas por las bellas flores de los placeres y de las ambiciones, y al querer coger esas flores siempre nos pinchamos y siempre pinchamos a los demás. 

       También la flor dorada de la serenidad está rodeada de espinas, pero es la única flor que podemos coger sin pincharnos.

 Pero esa flor, o no nos interesa o no sabemos valorarla. 

ROSAL SILVESTRE

      Esencia espiritual

        Pureza

      Inocencia. 

    Sobra la definición de la ciencia,
    cuenta la serena sensación,
    se ahonda  la visión,
    se eleva la conciencia. 

EL PASO DEL TIEMPO

  Pasó el verano por ella,
  el tiempo la devolverá
  a su Madre, 
  La generosa Tierra,
  el ciclo natural, la vital rueda. 

    Tiempo lento,
    el del dolor,
    el del aburrimiento,
    vivir el instante presente
    es vivir sin la tiranía del tiempo.

     Tiempo pasado,
      el que nunca vuelve,
      el que en todo deja huella.
      Pero yo prefiero             
      la vida que nace en las piedras. 

LUZ PARA LA CONCIENCIA, CORDURA PARA LA CONVIVENCIA

    Al que a su horizonte te quiera llevar,
    muéstrale tu alma en libertad.

    Al que quiere que mires con sus ojos,
    de tu interior, muéstrale lo más hondo. 

    Al que te promete lo mejor,
    de su interior, muéstrale lo peor.

    Al que te pretende que le sigas,
    muéstrale sus cardos y sus ortigas. 

    Que tus ojos, a la inocencia puedan distinguir,
    que tu conciencia sus puertas sepa abrir.

    Que tus alas no se enreden en las banderas,
    que tus pies caminen libres de fronteras. 

CIELO GRIS

  El gris también es un color. 

    Bajo el cielo gris todo conserva sus mismas esencias.

 Sin el cielo gris no sabríamos apreciar la luminosidad de un día azul.

   Todo es un yin y un yang que se alternan y se mezclan, esto el fluir natural de la vida. Aceptar en vez de dominar o en vez de rechazar. 

SUPERVIVENCIA

   ¿Hasta cuando podremos verlos volar?

        ¿Cuando nos llegará la cordura?

     ¿Cuando dejaremos de adorarnos a nosotros mismos?