Sobre la felicidad y sus ciencias,
unos tanto me dicen,
otros tanto me muestran,
y hay quienes me la ofrecen.
Pero yo me niego,
a pagar su precio en libertad,
en dignas convicciones,
en artificios, en interna verdad.
La soledad, en sus salones,
amorosa me recibe,
me muestra mis horizontes,
y a cambio nada me exige.
Abierto estoy a compartir,
lo que hallo, lo que sueño,
pero no a ese comercio
de dar, merecer y recibir.
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