La única realidad que existe es la que nos muestra el Universo y la Naturaleza, y esa realidad sólo la recoge nuestra conciencia, y en su defecto, sólo nos acerca algo a ella la razón liberada de emociones, de deseos y de creencias.
Sin embargo, la mayoría de las veces la mayoría de los seres humanos, no hacen caso de estos aspectos de la realidad y de sus formas más directas y seguras de conocerla, sino que como el Ser Humano rechaza la realidad del flujo natural del Universo y de la Naturaleza, todo lo basa en creencias, en teorías. Existen muchas creencias, y sobre todo, muchos y muy hábiles defensores de cada creencia, de cada teoría, personas muy hábiles, tanto desarrollando argumentos dialéctyicos y filosóficos, como presentando "pruebas" de todo tipo.
Los argumentos y las "pruebas" que cada defensor de cada creencia o teoría presenta, siempre se encuentran con que son rebatidas con otros argumentos y otras "pruebas", por los hábiles defensores de las demás creencias y teorías.
En esta situación, la persona normal y corriente, quien es poco entendido en todos estos argumentos y "pruebas", se encuentra confuso, enredado en una gran maraña de argumentos y de "pruebas", y así no presta atención a las leyes y a las dinámicas del Universo y de la Naturaleza, no presta atención al conocimiento directo, no presta atención a su propia conciencia e intuición, pues usa toda su energía y su reflexión en intentar descubrir lo que hay de verdad y de mentira en todos los argumentos y "pruebas" que le presentan cada uno de los hábiles defensores de las diferentes creencias y teoría, y se enreda totalmente y queda inutilizado para la comprensón, cuando se pone a favor de unos y en contra de otros.
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Mi homenaje a todos los espíritus libres, a todos los místicos y sabios espirituales.
Mi homenaje a Jiddu Krishnamurti por su rechazado de las creencias de todos los ISMOS, y por su convencida defensa del conocimiento directo.
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