La necesidad del Hombre los pájaros la convierten en utilidad y siguen siendo libres.
Caminante se encontró con Libre-Necesitado. Se traba de un hombre que acababa de dejar atrás la juventud. De forma natural se pusieron a caminar juntos y pronto comenzaron una animada y serena charla. Aunque a Caminante lo primero que le llamó la atención de su compañero de camino fue su gran interés por todas las cosas y por todos los aspectos del comportamiento humano, sin embargo, no pudo evitar decirle:
-Tu nombre me parece completamente contradictorio, pues quien es libre no está necesitado, y viceversa.
-Verás, mi contradicción es la que tiene o ha tenido cualquier buscador espiritual, y para mí, no se trata de una contradicción, sino de una tensión. Yo lo que más valoro y lo que más busco es la libertad interior, pero estoy necesitado de sentirme amado, de que los demás me escuchen y me comprendan, de poder compartir mi camino con personas como tu. -Respondió Libre-Necesitado.
-¿Y cómo intentas superar tu tensión? -Preguntó Caminante en un tono completamente sincero y deseoso de aprender lo que su compañero pudiera enseñarle, pues él era consciente de que también estaba dominado por esa tensión.
-Siendo consciente de ella, teniéndola presente. No lucho contra ella, intento comprenderla y comprenderme, y mientras tanto voy viendo que al compartir con los demás me voy enriqueciendo yo y se enriquecen los demás. Eso y seguir caminando es todo lo que hago. -Respondió serenamente Libre-Necesitado.
Caminante estuvo de acuerdo, al fin y al cabo, eso era lo que hacía él. Pero Caminante tenía otra pregunta en forma de reflexión:
-Necesitar el afecto de los demás, necesitar compartir con ellos, muchas veces nos lleva a relacionarnos con personas que, aunque son honestas, sinceras y también deseosas de aprender, no entienden nuestra forma de pensar, o la desprecian, o están completamente seguros de que su forma de ver las cosas es la normal, porque además resulta ser la dominante. ¿Qué actitud tomas ante ellos?
-Les hablo en el idioma que comprenden y buscando hablar de los aspectos que tenemos en común, aspectos que en otro tiempo eran los que a mí me dominaban y que ahora algunos perduran en mi. Como son mayoría y tienen las creencias dominantes, hace tiempo que he perdido la arrogancia de querer convencerles de mi forma de ver las cosas. Los argumentos sólo sirven para aquellos que están receptivos a escucharlos, intentar argumentar con quien no habla tu idioma es sólo fuente de conflicto y de frustración. Además, escucharles y relacionarme con ellos no sólo me procura su afecto sincero y me produce agradables sensaciones de seguridad y de confianza, sino que sobre todo me permite ser plenamente consciente de como es el Ser Humano y la sociedad, y me permite sentirme con los pies en el suelo y no perderme por las nubes de mis sueños y de mis ideales, y esto me equilibra y me serena. -Respondió Libre-Necesitado.
Caminante estuvo de acuerdo, y aumentó su conciencia de la variedad de situaciones que presentaba el camino espiritual, y como vivir y experimentar cada una de ellas era un paso más hacia su horizonte.
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