Las que nos sostienen y equilibran,
con las que orientamos nuestra vida,
con las que afrontamos las adversidades,
las que requieren continuas comprensiones,
y algunas rectificaciones,
para que la firmeza no se vuelva rígida.
Cada cual tiene las suyas,
¿Por qué éstas y no otras?
Como pueden ser tantas las respuestas,
y aunque el misterio se oculta tras ellas,
tenemos a las intuiciones,
y a lo que nos muestra la conciencia.
En todos los ámbitos,
tantas y tan diferentes,
rivalizando entre ellas,
y regadas continuamente,
con variadas lluvias de informaciones.
Los centros de interés cambian
con nuevos conflictos y problemas,
pero las soluciones no llegan.
El misterio, ¿Tras qué se encuentra?
Como pueden ser tantas las respuestas,
el misterio se oculta tras ellas.
Los frutos que cada persona cultiva,
y aquellos con los que se alimenta,
dejan siempre sus semillas
a la libre disposición de los demás,
el futuro de esas semillas,
y la nutrición del cultivador,
dependen de la fertilidad de cada tierra,
y de cada nivel de conciencia.
Este es uno de los sentidos
que a todos nos da la vida.
Donde hay demandas hay ofertas,
donde hay esperanzas hay promesas,
y surgen los atados a ambas puntas de la cadena,
los que mutuamente se alimentan:
*Sometidos y poderosos.
*Víctimas y héroes.
*Compradores y vendedores.
*Los que dan y los que piden.
Relaciones desiguales,
ilusiones diversas.
Quien se libera,...¡Despierta!
Y la sencilla y serena senda nos muestra.
Elevadas, aladas,
con el viento, con el Sol, con el agua,
juegan, bailan, se adaptan,...
Para todos sobre la tierra, fértiles,
a nadie nada le piden,
fieles a sí mismas su camino siguen.
NOTA.- Su naturaleza no está hecha a la medida de los deseos humanos, pero cuando son peligrosas, antes nos advierten con claras señales.
Las alteraciones medioambientales produdidas por las actividades humanas, también a ellas las están desequilibrando, y su actividad se vuelve cada vez más extrema, tanto por ausencia de lluvias, como por los excesos de las tormentas.
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Cuando los seres humanos encontramos alguna certeza, nos cuesta mucho aceptarla, pues aunque siempre es natural y nos da lo que necesitamos, pocas veces nos da lo que deseamos.
Así, la mayoría de las veces damos por verdaderas y por buenas a ilusiones y creencias, con la esperanza de conseguir lo deseado, o mundos en los que podamos hallarlo.
Y con frecuencia nos aferramos a ellas, e incluso luchamos por defenderlas y por imponerlas, y no caemos en la cuenta de que las certezas requieren serenidad y tiempo para comprenderlas y para aceptarlas.
Misterios de los diferentes niveles de conciencia, los cuales sabemos que se elevan, pero no sabemos como elevarlos. Cada cual tiene el suyo, y es su mejor medio y herramienta.
*Llegan por sí solos los recuerdos y las reflexiones.
*Se hacen planes que contienen soluciones.
*Se alcanzan las comprensiones.
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