Cuando pierdan
su sangre las banderas.
Cuando sus colores
sean pétalos de flores muertas.
Cuando cumplan eterna condena
en el museo de las tragedias.
Cuando las patrióticas grandezas
sean hondas miserias.
Cuando caigan vallas, muros y fronteras
y no necesiten cerraduras las puertas.
Entonces será plena la primavera.
¿Y mientras?
En cada interior la respuesta,
y cavada, abonada y regada la huerta.
La Utopía sólo da frutos en la cultivada tierra.
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