Todo lo que conocemos, todo lo que ignoramos y todas las preguntas sobre el Universo, sobre la Vida, sobre la Naturaleza y sobre el Hombre, se puede encontrar en cualquier aspecto del mundo natural que nos rodea, pero puestos a reflejar tanto lo conocido como el Misterio, es mejor hacerlo con cosas bellas.
Los conocimientos y las respuestas se reflejan mejor en la belleza de cualquier ser vivo que en todas las palabras, en todos los conceptos, en todos los libros y en todas las obras de arte.
Todo conocimiento y todo misterio, sólo puede ser representado de forma real cuando lo expresa lo magia de la vida.
Pero cuando la belleza la vemos solamente como estético, o solamente como un placer sensual, entonces los bello crea a lo feo.
Cuando la belleza es vista solamente como fuente de conocimiento espiritual, como reflejo del Misterio, lo feo sólo se manifiesta en las obras de la ignorancia y de la ambición humanas.
Cuando los demás
no ocupan mis emociones
ni mis recuerdos,
en mi soledad
sólo veo liberaciones
y con la belleza natural
me siento sereno, sabio y pleno.
Lo bello del amor y de la amistad
es compartir los inocentes adentros,
pero es siempre condicional,
tiene un precio, es efímero,
es miedo y necesidad.
Sólo es puro y eterno
lo interno de la belleza natural.