miércoles, 12 de noviembre de 2014

ESTUPIDEZ Y TRAGEDIA


       Desear más de lo necesario
    y conseguir alcanzarlo,
    ¡Qué logros tan alabados!
    Sus destellos,
    confundidos con la grandeza,
    a la razón y al alma
    ver no les dejan,
    que son las causas
    de todo mal, de todo daño,
    y que no hay ni bondad,
    ni moral, ni ética,
    ni ideal, ni creencia,
    ni lucha, ni victoria,
    que puedan evitarlo.

Ante la pena ajena,
ideales caminos crea el compasivo,
esperanzadas, los siguen las ovejas,
pero el pastor
con la lana se queda,
dejando al rebaño balando de frío.
Mañana, una nueva salvación,
una nueva falsificación del camino,
el mismo pastor,
nuevas promesas, nuevas banderas.

Lo sencillo es despreciado
por el deseo embellecido,
y siempre bien justificado,
pero, inalcanzable sigue lo necesario.
Estupidez y tragedia,
lamentadas y cantadas por el poeta,
por el artista y el dramaturgo, recreadas,
por el sensato, bien mostradas,
y en vez de ver sus advertencias,
sólo se admira su externa belleza,
llamándolas arte, genio, cultura, 
cimas del talento y la inteligencia,
y así, oculta queda la liberadora senda. 



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