Ya sólo anhelo:
que mi comprensión
supere a mis conocimientos,
que mi creativa soledad
sea fiel amiga de mi libertad.
Ya no quiero:
capacidades ni habilidades,
ni la voluntad de los fuertes,
ni virtudes que venzan a mis defectos,
ni amores con precio.
Ya sólo deseo:
que con la sencillez me baste,
que con la hondura me sobre,
y los saludables despertares
y los afectos que la vida me regale.
Intuición tras intuición,
serena la mirada, cálido el corazón,
sólo naturales las respuestas,
en el horizonte alas y sol,
y en mis pies la conciencia.
No me justifiquéis
vuestras luchas,
no me arrastréis
a vuestros entusiasmos,
sólo en vuestras inocencias,
estaré a vuestro lado.
No me prediquéis
tácticas ni estrategias,
no me contéis
lo que habéis alcanzado,
sólo en vuestras inocencias,
estaré a vuestro lado.
No me lloréis
vuestros fracasos,
no acuséis
a quien os niega lo demandado,
sólo en vuestras inocencias,
estaré a vuestro lado.
No halaguéis
los méritos de la inteligencia,
no adoréis
las virtudes de la ética,
sólo en vuestras inocencias,
estaré a vuestro lado.
Paz e inocencia, sólo aquellas
que sin afanes van brotando,
y sin virtudes se adornan.
No vistáis las apetencias,
con la ropa de las necesidades,
es la guerra, no estaré a vuestro lado.
Solos estamos
cuando tomamos conciencia
de que existimos, de nuestra presencia,
cuando nos comparamos,
cuando esperamos y deseamos,
cuando satisfacemos la apetencia,
en la defensa y en la carencia,
cuando nos ahondamos,
cuando cultivamos y creamos.
Unidos a los demás estamos
cuando vemos su grandeza,
cuando nos reflejamos en ella,
unidos pero no más bajos,
unidos por las esencias.
Unidos cuando regalamos
lo que en soledad descubrimos,
lo que en soledad creamos,
en ese amor de abrirnos,
en ese amor de ser aceptados.
Miedos, penas y alegrías,
alturas, bajezas y llanezas,
locuras, errores y sabidurías,
diferentes a solas,
los mismos en unida compañía.
Defensa del propio huerto,
del propio prado,
tierra donde cultivamos
semillas internas,
donde pastamos
alegres y sencillos,
donde serenos,
el sol tomamos,
donde compartimos
afinidades,
libertades,
afectos.
Defensa,
sin internas concesiones,
sólo defensa,
sólo contra quienes
nos hagan daño,
a los demás,
abiertas las miradas,
atentos los oídos,
tendidas y cálidas las manos.
Desear más de lo necesario
y conseguir alcanzarlo,
¡Qué logros tan alabados!
Sus destellos,
confundidos con la grandeza,
a la razón y al alma
ver no les dejan,
que son las causas
de todo mal, de todo daño,
y que no hay ni bondad,
ni moral, ni ética,
ni ideal, ni creencia,
ni lucha, ni victoria,
que puedan evitarlo.
Ante la pena ajena,
ideales caminos crea el compasivo,
esperanzadas, los siguen las ovejas,
pero el pastor
con la lana se queda,
dejando al rebaño balando de frío.
Mañana, una nueva salvación,
una nueva falsificación del camino,
el mismo pastor,
nuevas promesas, nuevas banderas.
Lo sencillo es despreciado
por el deseo embellecido,
y siempre bien justificado,
pero, inalcanzable sigue lo necesario.
Estupidez y tragedia,
lamentadas y cantadas por el poeta,
por el artista y el dramaturgo, recreadas,
por el sensato, bien mostradas,
y en vez de ver sus advertencias,
sólo se admira su externa belleza,
llamándolas arte, genio, cultura,
cimas del talento y la inteligencia,
y así, oculta queda la liberadora senda.
Que la mirada y la serenidad exploren,
que la conciencia hable y escuche,
que los sentimientos amen,
que los pensamientos sean libres,
que la palabra y la acción afloren.
No te guardes el agua de la vida,
deja que sus caminos siga,
para la sed, eso es lo que tienes,
para la plenitud, eso es lo que vales,
lo demás está vacío, es mentira.
PAPEL
Hijo de la nobleza del árbol,
del noble sudor, del noble trabajo,
portavoz de sabidurías extensas,
arca de sueños y vidas plenas,
y que destino tan cruel
cuando te hacen moneda:
Insuficiente para el pobre,
es su humillación y su cadena,
para el opresor el poder,
para el rico la negra riqueza
que a todos nos ensucia
y al dolor nos condena.
TELA
De noble cuna y fibra buena
en la planta que se seca,
en la piel de la oveja,
generosa cuando tapas
fríos y pobrezas,
discreta cuando cubres
íntimas vergüenzas,
caricia cálida en las camas,
en la moda te hacen tonta,
en la elegancia belleza huera,
fanática y cruel guerrera
cuando te pintan banderas.
