Por naturales,
inocentes y libres
de la ambición
y de sus inteligencias,
de la razón
y de sus creencias,
en los que el miedo
es sólo defensa,
el amor sólo esencia,
el deseo
se esfuerza y libera,
la fuerza sólo supervivencia,
el dolor
precaución que enseña,
lo placentero
sólo amor y belleza,
el pensamiento
sólo conciencia,
la intuición
visión que acierta,
la imaginación
energía que busca y crea,
el sentimiento
al espíritu refleja.
Pero el Hombre,
aún tiene insuficiencias:
las servidumbres del miedo,
las crueldades del deseo,
las arrogancias de la mente,
y con todas ella crea:
culturas y civilizaciones
a las que se encadena,
las que le ocultan su naturaleza,
y esa Gran Quimera:
la felicidad con sus hijas,
las penas.
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