Pobres seres, miedosos y doloridos,
deseosos de ser amados
y de intensos placeres, dados y recibidos.
Pero los deseos son cadenas
y los placeres fuentes que se secan.
Pobres seres, luchadores y vencidos,
esperando ser de comprensiones colmados,
y por la Fortuna los más bendecidos.
Pero la comprensión exige recompensas,
y la Fortuna, inquieta, como llega se aleja.
¿Cómo te alimentas,
soledad libre y serena?
LIBERTAD CONQUISTADA
Sólo el que vence escapa,
pero con heridas internas
y siempre queda la alambrada.
LIBERTAD SERENA
La del que lo natural acepta,
la soledad que derrota a la pena
con su azul y verde bandera.
BANDERA DE LIBERTAD
Quien por sus deseos lucha
siempre paga una dolorosa factura.
A quien la basta con lo que halla,
la vida, generosa, siempre le regala.
Tras cada sueño invernal,
el espíritu retorna
con su conciencia blanca,
que como flor, se posa en las ramas.
Espíritu y conciencia,
pureza,
belleza
y almendra.
Felicidad, ambición, grandeza...
inseparables compañeras
de su precio en dolor y tristeza.
Días de invernales nieblas,
tras los que siempre llegan
luminosos días de primavera.
La humana inteligencia sólo crea quimeras,
sólo hay caminos con certezas
en la conciencia y en la naturaleza,
pero nunca en los conceptos se expresan.
