Donde unos ven arte delicado
y cumbre del talento humano,
otros sólo ven un lugar
donde construir un nido
y tomando el sol, reposar.
Donde unos a la fervorosa fe la consideran
como la grandeza de las almas buenas,
otros sólo ven la sencilla oportunidad
de encontrar descanso y un instante de paz.
¿Quién es más libre, quien es más sabio,
el Hombre o los pájaros?
El Hombre,
a sus afanes siempre atado,
y siempre adorando
todo aquello que le separa de los pájaros.
El pájaro,
tras la libertad de sus vuelos,
busca alimento o descanso,
y tanto le da si es un árbol
o en una obra del afán humano.
Con la mente raptada
por sirenas de niebla,
el hombre se afana
por las cumbres más altas.
Los que a la cima llegan,
agotados y turbios, pronto bajan.
Aunque la inocencia
les indique otras sendas,
su mente neblinosa,
creyéndose sabia,
en direcciones opuestas
emprende la marcha.
La hondura de tus sentimientos,
la esencia de tus compromisos,
la belleza florida de tus talentos,
no las mataron tus asesinos.
La balas mataron tu cuerpo
pero hicieron tu mensaje más vivo.
Vivo en las musas de la poesía,
vivo en la música de la canción,
vivo en la voz de la letra escrita,
vivo en los anhelos del corazón.
Recuerdos que enriquecen la vida
de quienes te nombran con admiración.
Inmortal es quien su tierra cultiva,
comparte sus frutos en sazón,
y deja en los campos su semilla.
Siempre llegan la lluvia y el sol,
siempre llegan quienes siegan y trillan,
y quienes hacen el pan con amor.