Donde unos ven arte delicado
y cumbre del talento humano,
otros sólo ven un lugar
donde construir un nido
y tomando el sol, reposar.
Donde unos a la fervorosa fe la consideran
como la grandeza de las almas buenas,
otros sólo ven la sencilla oportunidad
de encontrar descanso y un instante de paz.
¿Quién es más libre, quien es más sabio,
el Hombre o los pájaros?
El Hombre,
a sus afanes siempre atado,
y siempre adorando
todo aquello que le separa de los pájaros.
El pájaro,
tras la libertad de sus vuelos,
busca alimento o descanso,
y tanto le da si es un árbol
o en una obra del afán humano.
Con la mente raptada
por sirenas de niebla,
el hombre se afana
por las cumbres más altas.
Los que a la cima llegan,
agotados y turbios, pronto bajan.
Aunque la inocencia
les indique otras sendas,
su mente neblinosa,
creyéndose sabia,
en direcciones opuestas
emprende la marcha.
La hondura de tus sentimientos,
la esencia de tus compromisos,
la belleza florida de tus talentos,
no las mataron tus asesinos.
La balas mataron tu cuerpo
pero hicieron tu mensaje más vivo.
Vivo en las musas de la poesía,
vivo en la música de la canción,
vivo en la voz de la letra escrita,
vivo en los anhelos del corazón.
Recuerdos que enriquecen la vida
de quienes te nombran con admiración.
Inmortal es quien su tierra cultiva,
comparte sus frutos en sazón,
y deja en los campos su semilla.
Siempre llegan la lluvia y el sol,
siempre llegan quienes siegan y trillan,
y quienes hacen el pan con amor.
¿Qué es lo malo?, ¿Qué es lo bueno?
Para cada cual según sus apetencias.
¿Qué mejora?, ¿Qué empeora?
El viejo y joven discrepan.
¿Qué es lo blanco?, ¿Qué es lo negro?
Tantas respuestas como creencias.
¡Cuanta leña seca en las razones!
¡Cuantos fuegos queman a los corazones!
¡Pero sólo hucho echan las pasiones
y las llameantes inteligencias.
Y sólo dos certezas:
Algo "bueno" que nunca se alcanza,
y algo "malo" que nunca llega.
Vale más que todo fluya con ligereza,
como en el azul la nube y la cigüeña,
como en los arroyos corre el agua fresca.
Cumbre de nubes,
talle de luz matinal,
monte en otoño.
Sencillez luminosa.
Soledad luminosa.
Libertad luminosa.
Espíritu luminoso.
Conteniendo la esencia
de la armoniosa conciencia,
semilla que siempre halla su primavera.
No seáis sinceros conmigo,
sed comprensivos.
A la comprensión la guía el amor,
la sinceridad
es espada de la hostilidad.
Vuestra esencia encuentro,
no cuando juzgo o pienso,
sino cuando intuyo y siento.
Tiene pinchos aguzados,
y como la vida, nos produce heridas,
pero sólo a la defensiva,
y de ellas siempre sanamos.
Cobijadora frente al sol y al frío,
en primavera flores primorosas,
hogar para nidos y perseguidos,
néctar para abejas y mariposas.
Sus humildes zarzamoras
nacen verdes de esperanza,
veraniegas son de fulgor rojas,
maduras, ¡No hay negrura más deseada!
Hojas rojas, ocres, doradas,
son sus galas otoñales,
frente a la ventada flexibles ramas,
siempre son cálidos los zarzales.
En la copa de un roble,
una madura bellota
luce bajo un claro sol de octubre
la magia vital que el hombre ignora.
Magia ignorada por la química,
oculta tras la biología,
y despreciada por la física
en su maraña de teorías.
Secretos de la Vida,
Misterios del Universo,
y de una rama está suspendida
la luz para comprenderlos.
Se dora el roble,
enrojecen los verdes,
bandera otoñal.
Mírame,
y sólo podrás ver
lo que mi ego te muestre,
lo que mis deseos te demanden,
y lo que tus creencias quieran creer.
Pero no verás,
no adivinarás,
no imaginarás
lo que mis miedos evitan,
que en mi esencia germina,
lo que mi conciencia cultiva.
La luz celeste y clara ,
y la materia roja y dorada,
intuyen por la mente,
en la emoción laten
y hablan por la palabra.